lunes, 13 de octubre de 2014

Foto cortesía José Voglar
Este jueves 16
UNA MISA PARA PEPE GARCÍA
·       Familiares y amigos se darán cita en la Iglesia de Paraguachí a las 5 de la tarde

Este jueves 16 de octubre, se cumplen tres años del fallecimiento del artista del barro y el fuego  José Pepe García, quien fuera Patrimonio Cultural Viviente del estado Nueva Esparta. Por tal motivo se celebrará una misa en su memoria, a las 5:00 pm en la Iglesia de Paraguachí.
Con la muerte de Pepe García, la cultura margariteña perdió a uno de sus baluartes. Canario de nacimiento y   margariteño de corazón, Pepe García llegó de otro continente, hace más de cuatro décadas. Aquí  vivió la mayor parte de su vida, recorriendo caminos, recogiendo vivencias, conociendo la historia, la tradición y el sentir venezolano, más aún el sentir margariteño, moldeándolo, en el barro y enmarcándolo en maderas centenarias. Aquí creció como artista haciendo esta tierra suya, así como su historia, cultura  y tradiciones. 

Pepe llegó a Venezuela en una época en que vivir en España se había hecho muy difícil, buscando nuevos horizontes viene a Caracas, luego a Puerto La Cruz y finalmente a Margarita. Al principio, se estableció en Porlamar, donde tuvo una tienda en la que vendía sus artesanías. Luego conoció el Cercado y comenzó a trabajar con los artesanos: ”Era como un intercambio, les daba la técnica, pero siempre me gustaba que hicieran lo que sentían,  nunca estuve en ninguna escuela siempre lo hago como lo siento” dijo en una entrevista.

 Creador del Museo de Taguantar

Más tarde,  llegó a Juan Griego, donde instala su Taller de Arte Popular “Así con las Manos”. Recorrió el país recogiendo piezas de arte  durante 30 años y fundó el Museo de Taguantar, conocido hoy como Pueblos de Margarita, Trabajó sin descanso y levanto  con barro, agua y fuego 7 casas representativas de las regiones de venezolanas, con todo tipo de objetos propios de su artesanía y cultura, para preservar en el tiempo y en el espacio nuestra diversidad cultural.

  Problemas de salud, lo obligaron a dejar ese sueño por el que tanto trabajó, pero su necesidad de crear creció, consolidándose como el gran artista que  fue. Pepe vaciaba su alma  cuando moldeaba el barro, decía que desde temprana edad hubo una necesidad de estar en contacto con él. Quizás por eso cada una de sus piezas parece tener vida propia, cada una es historia, misticismo, tradición, vistas a través de su alma, como él las sentía.