sábado, 9 de febrero de 2013


(Video) “Yeyo” Malaver un poeta y “numerólogo” con memoria prodigiosa

Este personaje popular carapachero es el autor de más de mil décimas y de varios testamentos de los judas. Cuenta la historia del pueblo y sus personajes a través de décimas. Recuerda “con pelos y señales” todos los hechos relevantes de la Isla.
Yanet Escalona

Relata pasajes de una vida disfrutada con humildad y sencillez.
Foto: ARCHIVO JOSUE STEINNi él mismo conoce por qué tiene esos dones y aptitudes. Lo cierto es que su mente es prodigiosa y aun cuando no sabe ni manejar una computadora, su memoria es capaz de almacenar fechas, números y nombres diversos, según sea su interés.
“Yo mismo ni se cómo me nació esa cualidad”, dijo “Yeyo” Malaver, un carapachero quien han sido reconocido por el pueblo como uno de sus más apreciados habitantes.
Desiderio Malaver Hernández, “Mariano” o “Yeyo”, nació el 23 de mayo de 1945, un día miércoles, en esta población del municipio Díaz. Estudió solamente hasta el quinto  de bachillerato y ahora, tantos años después, siente que no aprovechó su talento en la juventud.
Carapacho, pueblo de tres mil habitantes, lo ve caminar siempre, porque no usa autobús, ni se monta en avión ni en ferrys, a menos que sea demasiado necesario. Lo atribuye a la superstición.
En su memoria también registra los accidentes aéreos que se han producido en Margarita, desde la fecha y hora en los cuales ocurrieron, número de tripulantes, fallecidos, siglas de cada aeronave. Igual con los ferrys que han zozobrado u otros hechos relevantes de la isla.
Hijo de Mariano Malaver y Eustoquia de Malaver, agricultor y ama de casa, respectivamente, “Yeyo” Malaver siente que descubrió sus aptitudes a los ocho años. A partir de ese momento comenzó a grabarse todas las placas de los vehículos que transitaban entonces.
“Llegué a recodar hasta 500
placas”.
Con el pueblo en mente
Igual memoriza cédulas de identidad y la fecha de nacimiento de los personajes del pueblo.
Aparte de agricultor, dijo que en su juventud “fui prestado a Porlamar donde me dejaron 29 años en una oficina contable”.
Luego se retiró y a partir de allí se dedicó a estar tranquilo en su casa, junto a su hijo Rodolfo Enrique Malaver y sus nietas Mariana (13) y Marianella (8), quienes estudian en la Unidad Educativa María Inmaculada de San Juan Bautista, ambas centro de sus afecto.
Autodidacta
Indica que aun cuando no estudió en la Universidad de Oriente sí es un autodidacta de la vida.
“Me ha interesado todo y soy un buen lector”.
En su almacenaje tiene las fechas de fundación de diarios y emisoras  como para completar el cúmulo de información.
En cuanto a Carapacho, registra en décimas la historia del pueblo y sus personajes, sobre todo lo que ha sucedido de los años 50 en adelante.
“Me gusta mucho la historia y lo que me apasiona se me graba”.
“Fui un estudiante modesto, cuando pude haber sido un buen matemático (y sonríe). Ahora no manejo ni cumputadoras ni celular, porque prefiero una vida tranquila.
“Sé que algún día toda esa información se me irá de la mente, pero aún no ha llegado ese día”, agrega “Yeyo” Malaver, quien tiene como antecedente familiar con esa aptitud a Ricardo Marcano, hermano de su abuela, quien vivió 104 años con total lucidez. No sabe si durará tanto, pero por ahora disfruta de esa vida sencilla, de saludar a sus vecinos y cumplir al dar pésame en los entierros.

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