jueves, 11 de octubre de 2012


“Hay que investigar para mentir con libertad”

Arnoldo Rosas reconstruye las aventuras de los 18 margariteños varados en el Mar Rojo en 1934, en una novela a medio camino entre la ficción y la realidad. “Massaua” es el título de la publicación que escribió luego de una investigación de cinco años.
Redacción Sol de Margarita

Arnoldo Rosas conoció estos hechos durante su niñez en Porlamar. Entonces se deleitaba imaginando esas aventuras.
Foto: CORTESÍA
 Si a usted el nombre “Massaua” podría no decirle nada, imagine a un pescador de perlas en la Margarita de los años ’30. El legendario puerto de Eritrea fue el inesperado destino de 18 insulares que en 1934 se lanzaron a la aventura de continuar su faena en la entonces aún más lejana y enigmática India.
Por azares del destino, el viaje se malogró y el grupo de emprendedores se “varó” cual ballena en ese enclave del Mar Rojo. La historia pasó de boca en boca y de año en año y eventualmente se convirtió en una especie de leyenda. El final de la historia era feliz: un año de aventuras después, los pescadores estaban de regreso en su tierra nada menos que el propio día de la Virgen del Valle y con un cargamento de anécdotas para contar.
Arnoldo Rosas era un niño cuando escuchaba aquellos cuentos en la Porlamar de su nacimiento y crianza. Entonces no soñaba con ser escritor, pero ya se sentía profundamente atraído por aquellos relatos que lo persiguieron hasta que un día dio con un texto sobre el tema en un libro de Jesús Manuel Subero.
Entonces Rosas decidió convertir esa historia popular en la protagonista de su nueva novela. Pasó casi cinco años recolectando información e investigando el tema. Leyó las entrevistas que en aquella época publicó El Heraldo de Margarita y recabó todos los datos que pudo, especialmente gracias al aporte de los cronistas insulares; sin embargo; muchas lagunas quedaron en su rompecabezas. Así fue como tomó la iniciativa de llenar esos huecos con ficción.
“Esta no era la primera aventura que los margariteños iniciaban lejos  de su tierra, pero sí la más insólita”, cuenta el escritor sobre su obra publicada por “FB Libros”.
En ese entonces Massaua era una colonia italiana en medio de la antesala a la Segunda Guerra ítalo-abisinia. Basta con poner la imaginación a funcionar y pensar en las dificultades que pudieron pasar aquellos aventureros nacidos y criados en una Margarita que todavía ni siquiera soñaba con el Puerto Libre; la Margarita rural y pescadora, de habitantes que emigraban a los campos petroleros para buscar una vida mejor.
La novela, que ya está disponible en las librerías Tecni-Ciencia, expresa la fascinación de Rosas cuando niño. Por eso está complacido de haber hecho un aporte significativo a la divulgación de un hecho sorprendente de la historia insular, que aún sigue siendo bastante desconocido.
“Tuve que investigar y leer mucho para poder mentir con libertad”, afirma Rosas, para quien el ejercicio de la escritura siempre lleva un poco de ese elemento. Al final, el autor agrega la bibliografía y las fuentes consultadas.
También advierte que no se trata de una novela histórica en el estricto sentido de la palabra, pues en sus líneas la ficción tiene mayor protagonismo. Dónde está el límite entre esa ficción y la realidad de los hechos que narra es algo que los lectores deberán decidir por su cuenta.
“Esta es también una novela que se aproxima al elemento humano, que se centra en esos hombres que tenían que ser muy recios y muy honestos”, concluye el autor.
Narrativa fértil
Arnoldo Rosas nació en Porlamar en 1960. Perteneció al Taller de Narrativa del Centro de Estudios Latinoamericanos “Rómulo Gallegos” (1981-1982). Ha publicado los libros de relatos “Para Enterrar al Puerto” (1985 y 2012), “Igual” (1990), “Olvídate del Tango” (1992 y 1999), “La Muerte No Mata a Nadie” (2003) y las novelas “Nombre de Mujer” (2005) y “Uno se Acostumbra” (2011).

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