viernes, 12 de octubre de 2012


Tenemos que conocer el “Bullying” para poder detenerlo

Fuente Reporte Policial |

El Acoso Escolar (Bullyng)

El maltrato entre alumnos/ as (Bullying) no es un fenómeno nuevo pero ha sido poco valorado por los adultos, a pesar de las graves repercusiones que puede tener sobre los alumnos/ as y sobre el clima de trabajo y estudio del centro.

El Bullying (maltrato entre alumnos/ as) definido por la persona que lo investigo por primera vez, Dan Olweus, como una conducta de persecución física y/ o psicológica que realiza un/ a alumno/ a contra otro/ a, al que escoge como victima de repetidos ataques.

Esta acción negativa e intencionada, sitúa a la víctima en una situación en la que difícilmente pueda salir por los propios medios.

La continuidad de estas situaciones genera en la victima efectos claramente negativos: ansiedad, descenso de la autoestima, y cuadros depresivos que dificultan su integración en el medio escolar y en el desarrollo general de sus aprendizajes.

De esta definición se desprenden tres características:

1. Existe un desequilibrio (abuso) de poder

2. Hay una repetición de los incidentes a lo largo del tiempo

3. Hay intencionalidad por parte del agresor o agresores

A estas características que definen una situación de Bullying, se añade otra: es un fenómeno de grupo, no es un problema individual.

No se trata de conductas organizadas o espontaneas donde se busca el mal mutuo, ni actos de vandalismo que se puede manifestar abiertamente en el entorno escolar.

No es un conflicto entre dos partes con intereses contrapuestos, es un proceso de victimización.

En la última década, en Venezuela, el acoso escolar es un fenómeno que se viene presentado en distintos ámbitos del sector educativo, en especial en grados de la secundaria o diversificado.

El Bullying puede darse en cualquier tipo de centro educativo, público o privado, pero según algunos expertos, cuanto más grande es el centro educativo aumenta el riesgo de que haya acoso escolar.

Claro que a eso hay que añadir la falta de control físico y de vigilancia. En los pasillos debe haber siempre alguien, profesores o cuidadores, para atender e inspeccionar a los alumnos.

Aparte de eso, el tratamiento que se da a los estudiantes es muy importante. La falta de respeto, la humillación, amenazas o la exclusión entre personal docente y alumnos, llevan a un clima de violencia y situaciones de agresión.

La Institución Educativa no debe limitarse sólo a enseñar, también debe funcionar como un ambiente generador de comportamientos sociales adecuado.

Para el niño o joven que practica el Bullying, la violencia es apenas un instrumento de intimidación. Para él, su actuación es correcta y por lo tanto, no se auto condena, lo que no quiere decir que no sufra por ello.

En Venezuela, desgraciadamente, no existen suficientes entes e instituciones que se dediquen a brindar protección u orientación profesional a estos niños y jóvenes, que ayuden a mitigar los efectos de dichos factores, como modelos sociales positivos y solidarios, contextos de ocio o grupos de pertenencia constructivos, o adultos disponibles y atentos para ayudar.

Debemos escucharlos, dado que muchas veces nos dan señales de que algo les ocurre y no le prestamos la debida atención. Algunos de ellos suelen decir por ejemplo: “el profesor la tiene agarrada conmigo”, “no le caigo bien a la maestra”, y tendemos a pensar en una excusa para justificar una mala nota o una reprimenda.

Conviene prestar atención, porque estas protestas pueden tener múltiples causas: insatisfacción con la asignatura, con la personalidad con el profesor, o con la manera en que está planteado el sistema educativo. Pero también pueden ser una señal de una necesidad de mayor atención por parte de los padres o docentes.

Los medios de comunicación, en especial la televisión, nos exponen continuamente a programas que muestran la violencia, tanto real como ficticia, y por eso son considerados como una de las principales causas que originan la violencia en los niños, niñas y adolescentes.

En la escuela los estudiantes aprenden que tener amigos y ser aceptados son factores protectores frente al Bullying.

El origen de la violencia en jóvenes o preadolescentes puede ser la ausencia de un padre o la presencia de un padre violento. Esa situación puede generar un comportamiento agresivo en los niños y llevarles a la violencia cuando sean adolescentes.

Además de eso, las tensiones matrimoniales, la situación socioeconómica o la mala organización del hogar, también pueden contribuir para que los niños, niñas y adolescentes tengan una conducta agresiva.

Debemos buscar sistemas de prevención de la violencia en las aulas, entre pares, y que cada institución adapte sus necesidades a los cambios sociales, desarrollando la intervención de los departamentos de orientación y de las familias.

También se debe, mejorar la convivencia educativa para prevenir la violencia, enseñándolos a resolver conflictos de forma constructiva, es decir, pensando, dialogando y negociando.

Por: Nuestra Amiga Beatriz Leal.

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