jueves, 11 de octubre de 2012


“Tu historia es mejor que la mía”

La irreverencia de Carlos Zerpa vuelve a visitar la isla de Margarita con la exposición “Balas de Plata”.
Redacción Sol de Margarita

Carlos Zerpa es un artista no convencional confeso. En “Balas de Plata” reúne trabajos de todas sus épocas creativas, todos cargados de provocación y reflexión.
Foto: TANYA MILLÁN
 La formalidad -como suele ocurrir- no fue invitada al acto de inauguración de la exposición “Balas de Plata”, de Carlos Zerpa, en el Museo de Arte Contemporáneo “Francisco Narváez” de Porlamar.
El artista valenciano regresaba una vez más a la isla de Margarita y como es costumbre las reacciones a su presencia y la de su arte fueron todo menos indiferentes.
Los temas de “Blood Sugar Sex Magic” de los Red Hot Chili Peppers sonaban sin cesar en los espacios  que hicieron honor a su título de contemporáneo.
Las personas comenzaban a llegar al lugar -muchos de ellos estudiantes universitarios- quienes no podían dejar de notar ese taxi semienterrado en pleno salón de acceso.
Una pala y algunas botellas esparcidas en la arena dispuesta sobre el piso gris y un entramado blanquinegro invitaban a la interpretación.
Mientras tanto, Zerpa recorría los espacios y atendía a las preguntas de los visitantes. Con lentes oscuros y una camisa negra alusiva a Pink Floyd que dejaba al descubierto sus tatuados antebrazos, el artista hubiese podido pasar por uno más de aquellos estudiantes a pesar de sus 62 años.
Desde el principio está claro que este no es un artista como todos. La negación de lo convencional está presente en todo lo que hace y también en lo que dice. La irreverencia es su dogma, podría decirse.
“Balas de Plata” reúne 30 pinturas de gran formato, otra treintena de ensamblajes y ocho instalaciones de su autoría desarrolladas a lo largo de su carrera; una carrera larga y controversial. Sin embargo, advierte que no se trata de una retrospectiva.
“Eso déjenlo para cuando me muera, las retrospectivas en vida son pavosísimas”, dice minutos antes de cortar la cinta que dejará al público entrar en contacto con esas “sopas de pelos” y esos collages con inyectadoras, discos y cuanto objeto usted pueda imaginar.
Su trabajo es conceptual y aunque el tedio pueda invitar a pensar que se trata de elementos dispuestos sin orden lógico por un acumulador empedernido, la verdad es que detrás de cada uno de ellos existe una reflexión suya con mucha construcción de pensamientos e ideas. Aquí nada es al azar.
¿Qué significa?, es una pregunta que suele perseguirlo en estos encuentros. Su respuesta no puede ser más contundente: “tu historia es mejor que la mía”. Eso dice cuando se intenta extraer alguna reflexión suya en torno a aquel enigmático taxi. Apenas deja entrever que se trata de un elemento que rescató de la cultura venezolana (el taxi) y que tiene que ver con el rescate y la esperanza. Saque usted sus propias conclusiones.
Más claro que el agua
Zerpa sabe que el suyo no es arte comercial. Sus piezas difícilmente podrían adornar la sala de alguna familia adinerada o ambientar los espacios de algún organismo público. “Esto es algo con lo que no puedes convivir”, reconoce, aunque también afirma que alguna que otra vez se ha encontrado con personas en su misma sintonía.
“Lo que llamamos arte contemporáneo venezolano es en realidad arte moderno”, agrega. Para este aficionado al rock, los avances en esta dirección se detuvieron hace mucho tiempo. “Nos quedamos en el cinetismo”, afirma reconociendo el aporte de Cruz-Diez en este sentido, pero la mentando quizás la falta de irreverencia en las artes plásticas nacionales de factura reciente.
Sin embargo, es optimista y ve el cambio a la vuelta de la esquina. Para Zerpa, son “los chamos” los que abanderarán el cambio en el “status quo” plástico. “A ellos no necesitas explicarles nada”.
No en vano, este fanático de Frank Zappa asegura que la comprensión de su obra es directamente proporcional a la juventud de su espectador. “Los chamos vienen con todo”.
Su objetivo no es otro que es poner la mente del otro en movimiento, invitar a la imaginación. Por eso el artista rehúye las explicaciones de su trabajo.
Él dispone y usted interpreta, como en el caso de ese taxi semienterrado rodeado de palas y botellas vacías de alcohol. ¿O será “semidesenterrado”? La muestra permanecerá hasta el 22 de noviembre y cerrará con la agrupación “Malicia”.
Bautizo
Con este motivo, la casa de estudios también editó un libro titulado “Balas de Plata” que reúne veintiséis textos y cuentos cortos e ilustraciones de la autoría del artista.
En sus líneas comparten espacio figuras tan disímiles como María LIonza y Marilyn Manson.
La muestra itinerante Carlos Zerpa fue organizada por la Universidad de Carabobo para celebrar sus 12 años de fundación.

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