jueves, 11 de octubre de 2012


Infancia entre décimas y galerones

El aplauso de quienes tienen el placer de contemplar la cálida voz del Príncipe del Galerón constituye la energía que impulsa la carrera de este artista.
Redacción Sol de Margarita

Los valores religiosos que le han inculcado desde el hogar se ven expresados en sus cantos hacia la Patrona de los Orientales.
Foto: TANYA MILLÁN
7 oct, 2012 | A pesar de su corta edad, Jesús Martínez Bellorín, mejor conocido como “El Príncipe del Galerón”, acumula una gran trayectoria artística que le ha sido merecedora de lágrimas, aplausos y una infinidad de reconocimientos locales y nacionales.
En cada una de sus presentaciones demuestra la impecable voz que ha cultivado con la ayuda de su progenitor, quien se muestra orgulloso tras el nuevo alcance que su hijo ha logrado y que como una sola voz dedican a su pueblo margariteño, familiares y a quienes han contado con los ojos cerrados en el talento de este pequeño, que con 12 años  ya consagra cuatro trabajos discográficos.
Con su “Galerón de Oro 2012” en manos, recibido en días pasados en el estado Zulia, El Príncipe asegura que seguirá trabajando con mucho amor por el realce de la música margariteña, trayendo a colación las enseñanzas transmitidas por su padre, “el que trabaja por nuestra música aprende a querer a su estado”.
Conversar con este exponente de la música neoespartana ofrece una gran satisfacción, pues Jesús Martínez expresa a través de sus palabras, una cadena de valores que lo convierten en un ejemplo a seguir.
De manera segura señala, tras ser abordado por ese mensaje que le dedica a los niños y jóvenes no solo de su estado, sino del país, que luchen y no abandonen sus sueños.
“Muchas veces creemos que es imposible alcanzar ese sueño y meta que nos da vueltas y vueltas en la cabeza, a todos los chicos que se encuentran en esa situación, les aseguro que no hay nada imposible en esta vida, siempre y cuando se haga con convicción, dedicación, responsabilidad, y lo más importante, con el respeto a Dios y a la Virgen como seres supremos capaces de brindarnos las fuerzas necesarias para realizarnos en nuestros estudios, hobbies y sueños profesionales”.
Proyectos alcanzados
“El Príncipe soy Yo”, “Alma Vida y Corazón”, “Firme Lazo” y “Virgen Viajera”, son los nombres con los cuales se han bautizado sus trabajos discográficos, en donde El Príncipe interpreta malagueñas, galerones, polos, jotas, punto cruzado, punta de  navegante, gaita llavaguera, entre otras tonadas en honor a la tierra que lo vio nacer, el amor que siente por el mar y por la Virgen del Valle.
Participaciones en festivales regionales y nacionales, representaciones y homenajes en galas institucionales, y presentaciones en honor a Nueva Esparta en las Ferias Internacionales del Turismo Venezolano, son parte de su trayectoria, aunado a los premios Sedin 2012 y los cantos que ha realizado al presidente Chávez. Así lo explica lleno de mucho entusiasmo su padre, cuyo nombre es el mismo de su hijo, Jesús Martínez.
Indudable orgullo
Hablar de su hijo le dibuja automáticamente una gran sonrisa, a la par que le asoma las lágrimas a Jesús Martínez. Él observa en su pequeño el logro de su pasión alcanzado, como lo es la interpretación de la música como su estilo de vida.
“He sido un amante empedernido de las tonadas margariteñas, en mi casa han estado presentes desde siempre, y yo creo que de allí nace el amor de mi hijo por esta música”, detalla rebozado de emoción Martínez, señalando que apenas con dos años el príncipe comenzó a tararear canciones, lo que asomaba la vena artística heredada de su familia.
Al ver que el pequeño tenía “oído”, como se conoce en el argot musical, su padre comenzó a componerle simples décimas que a sus tres años sorprendían al público donde El Príncipe se presentaba.
Este boom margariteño lo inició en el mundo musical e increíblemente, a los 6 años el pequeño Jesús había memorizado unas 50 décimas.
Este sería el inicio de la historia labrada por este chico que actualmente se encuentra en la concreción de su quinto disco.
Tributo a las creencias familiares
El Príncipe aseguró que en cada una de sus presentaciones trata de dejar un mensaje de amor y gratitud ante la vida.
Destaca que los cantos como tributo a la Virgen son esenciales en sus actuaciones, “en nuestras presentaciones y discos le rendimos un bello homenaje a nuestra Vallita”.
Orientación y apoyo familiar
La humildad como baluarte ante la vida ha sido parte de las enseñanzas que ha recibido en el seno se su hogar este artista margariteño.
“La humildad es el arma que hace que los seres humanos sean grandes”, con esta expresión se despidió en una reciente visita al SOL DE MARGARITA, medio de comunicación que desde sus inicios ha apoyado el trabajo de este pequeño, cuya luz propia se expresa en una tierna mirada que invita a seguir su trabajo.
Con amabilidad, cordialidad y una sonrisa, El Príncipe se muestra siempre dispuesto a complacer a quienes le piden que entone una canción.
Sus compromisos artísticos no le ha resultado una “traba” en su formación académica; dice contar con el apoyo y las orientaciones de sus padres a la hora de cumplir con sus responsabilidades escolares.


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