martes, 8 de febrero de 2011

Niruma Carreño


“YO VINE A ESTE MUNDO PARA  BAILAR LA BURRIQUITA”

Desirée Depablos
Fotos: José Voglar  

            En Margarita, no podemos hablar de la Burriquita sin pensar en Niruma Carreño, esta mujer que ha dedicado su vida entera al folklore insular con una entrega admirable. “Yo vine a este mundo para  bailar La Burriquita”, dice con mucho orgullo.
            “Mi meta siempre ha sido, mantener la tradición, no rescatarla.  Creo que nací con eso… esa inquietud, ese amor por las tradiciones, nadie me   lo enseñó,  ni lo estudie en ninguna parte, eso no se hace, el folklorista nace   y le doy gracias a Dios  y luego a mis padres por haberme hecho folklorista  de mi isla que amo”, afirma Niruma con orgullo.
            Dice que no le envidia nada a nadie, “tengo todo lo que Dios me ha dado: mis tres hijos, mi casa y mi conocimiento de Diversión, eso es muy importante para mi. La gente me conoce, yo bailo 5 burras en 15 minutos, cada una tiene un ritmo diferente”.
            Asegura que se transforma cuando baila la Burra. “Me pregunto porqué pierdo el control y me meto dentro de mi.  Empiezo a hacer cosas que ni yo misma me doy cuenta. No me gustan las imitaciones, uno como ser humano tiene que    personalizarse en las cosas, ser uno mismo”.
            Niruma  dice que no tiene una coreografía preparada, “nunca la bailo igual, a veces salgo de rodillas, a veces con la burra parada, no estoy viendo por donde voy a salir ni como lo voy a hacer. Empiezo a hacer pasos y coreografias que ni se como salen. Vienen de mi corazón”.  Como todo artista tiene sus secreticos, “Uno no puede contar como hace las diversiones porque despues la gente te copia. Yo busco la música y trato que los muchachos hagan más o menos lo que dice la canción, eso es creatividad”.   
            Ha perdido la cuenta de la cantidad de diversiones que ha hecho durante su vida.  .“Tengo nietos que bailan conmigo y he enseñado a muchos niños, doy clases de folklore en las escuelas,  les enseño a los niños como comportarse, como eran las cosas antes.  Ahorita los muchachos no respetan,  esas cosas antes no pasaban a uno le pelaban los ojos y uno se quedaba tranquilo”.
            En el 79 fundó un grupo folklótico con su nombre, niños de 2 a 12 años que hacen diversiones con ella. “Lo mantengo poco a poco, como puedo,  bailamos sin que nos paguen nada  a donde nos pidan.  Me siento feliz que uno de 100 niños se haga cultor popular de mi región. Yo represento mi estado con orgullo. Nosotros los folcloristas tratamos que nuestra música no muera
            Yo me acuerdo de las diversiones que hacían en el estadio de Guatamare, como vivo cerca del estadio me escapaba a las 11 de la noche y mi mamá me entraba a palo cuando llegaba. Yo sabía que me iban a dar, pero igualito iba porque me gustaba la Diversión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario