martes, 2 de abril de 2013


Beneficios de la danza para personas con autismo

El baile es un instrumento útil para el progreso del niño con diversidad funcional porque desarrollará capacidades.
Mario Guillén Montero

  •  James Hobley es un jóven bailarín originario de Inglaterra,
    a
     los 8 años aprendió a bailar y desde entonces su mundo
    cambió para siempre.

 Los niños con autismo son como cualquier otro. Andar enérgicos es característico en ellos y por eso sus padres deben buscar formas de que drenen esa fuerza que los embarga, una de las maneras más efectivas es el baile.
A la mayoría de los niños con autismo, desde pequeños los divierte moverse al compás de la música, algo que se debe promover en lo posible, una vez conocidos los beneficios del baile, señala la psicopedagoga Ana Rojas.
El baile es una herramienta útil para el progreso del niño con diversidad funcional ya que   desarrollará capacidades desde muy joven a través del efectivo proceso de enseñanza y aprendizaje, desarrollando salud física y psicológica, comodidad con su cuerpo, autoestima y herramientas sociales.
Otro de los beneficios de esta práctica es que se imitan los pasos del instructor de baile, lo que ejercita la atención del niño con autismo.
“Este tipo de niños por la condición con que nacieron se les dificulta prestar atención. En el baile se deben repetir pasos y posturas. Es inevitable para ellos tener que fijarse en cuáles son los pasos que se emplean”, dice Rojas.
Salud
La danza facilita la circulación de la sangre y el tono de la piel, aumenta el tono y capacidad musculares en gran medida, favorece la eliminación de grasas, ayuda a combatir el sobrepeso y la obesidad en todos los casos.
“Las niñas con autismo no suelen ser amantes de los deportes, ellas tienden a copiar patrones femeninos de sus madres. A ellas no las convencen los deportes y sienten cierto rechazo porque lo asocian con actividades de varón. Una buena herramienta para que se ejerciten es la danza, inscribirlas en flamenco, ballet, jazz, tap, joropo, pues resulta beneficioso para su salud”.
Socialización
Otro de los beneficios del baile en los niños con autismo es que desarrollan factores sociales emotivos. Esta actividad los puede ayudar a superar la timidez, a hacer amigos, a desinhibirse y ser espontáneos, liberar tensiones y miedos, fomentando fuertemente la confianza en sí mismos. “Cuando los niños con autismo asisten a clases de danza, uno de los casos que más los prenda es relacionarse con otras personas y sobre todo hacer amigos”.
Tomado de El Sol de Margarita

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