domingo, 5 de mayo de 2013


Música

Una vida en seis cuerdas

Un nuevo disco de Contraluz y otro de su proyecto de fusión jazz rock forman parte de los planes de Carlos “Macanao” Narváez para los próximos meses. La docencia y la producción complementan su agenda.
Indiana Galindo Alonso
Carlos Narváez es uno de los guitarristas más reconocidos de la región insular.
Foto: GENESIS TORAN
 Carlos Narváez es el único integrante de su familia que no nació en Macanao y al mismo tiempo el único al que todos conocen con el nombre de esa península margariteña.
Su epíteto está irremediablemente asociado a lahistoria actual de la música margariteña en general y a la del rock en particular. Agrupaciones como Quarzo y Contraluz forman parte de su hoja de vida, además de su larga trayectoria como compositor y productor. Jorge Spiteri, Jorge Aguilar, Silvano Monasterios, Charly Almaral, Carlos Quijada, Miguel Mónaco, David Toro, Jorge Bustos, Mauricio Peña, José Quintero, Luis Alvarado, Agny Mogollón, Alfredo Sánchez, Argenys Camargo, Michael Font, Víctor Romero, Fredy Bozzo, Andrés Briceño y Guaco son algunos de los músicos con los que ha compartido tarima y experiencias.
Y todo comenzó a forjarse en la tierra de sus padres y abuelos, bajo el calor abrasante y rodeado por la tierra roja y las tunas. Fue durante uno de esos fines de semana en la casa de la playa en Macanao, cuando Carlos Narváez descubrió un mundo nuevo de la mano de un tema que empezó a sonar en una rockola de un bar ya desaparecido.
“When a blind man cries” era la canción y “Deep Purple” sus autores. Así “Macanao” se encontró a los 13 años de edad no solo con un género que revolucionó el mundo, sino con un instrumento al que su vida quedaría indisolublemente ligada: la guitarra. “Solo tuve que pasar los acordes que ya sabía del cuatro a la guitarra y así comencé”, recuerda tan lejos, pero a la vez tan cerca de ese momento.
Narváez ya se había adentrado en los secretos de la música por su cuenta con un cuatro y un órgano que había en su casa. Ya desde pequeño conocía el magnetismo que este arte ejercía en él; siempre se metía en todo lo que se organizaba en la escuela, siempre que tuviese que ver con un escenario.
La afición se convirtió en profesión a los 16 años, cuando comenzó a tocar el piano del lobby del hotel Concorde y otros de sus locales. Una vez se tuvo que pintar bigotes para aparentar más edad y poder presentarse en la sala show del legendario hospedaje.
En esa época fundaba el grupo Quarzo junto a Junior Rojas, Luis Barragán, Wilfredo Quijada y Wilmer Rojas. Con ellos grabó un sencillo de 45 revoluciones y firmó su primer contrato discográfico en 1986 con Top Hit Records.
Los años han pasado y “Macanao” está convencido de que poder es solo cuestión de querer. Se cuenta a sí mismo entre los que han logrado vivir de su arte apoyados en la constancia y la persistencia.
La producción musical, la composición y la docencia ocupan su agenda diaria, en la que la música está presente desde el alba hasta el ocaso.
Además, estos días se mantiene ocupado en volver al estudio para grabar un nuevo disco con Contraluz. También se concentra en rescatar su proyecto Jazz Rock Mackana, para el cual se plantea colaboradores como Argenis Camargo, Sergio “El Gato” Gallardo y Alexis Peña. Ahora es que le quedan temas por tocar a este margariteño, a quien la música le llegó por mar, de la mano de su padre marinero.
Pasos
A finales de los años 80, Carlos Narváez grabó su segunda producción discográfica  junto a “Alberto K y Los Héroes Anónimos”.  A comienzos del año 2000 funda “Contraluz”. También se encargó de la música de los cortometrajes “Blue Evening” y “Generación de Campeones” junto a la cineasta venezolana Tanyluz Sciortino. Contactos:carlosmusicman2030@gmail.com y carlosmusicman2015@hotmail.com.    
Tomado de El Sol de Margarita

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