martes, 24 de julio de 2012



Minimiza el impacto de tu basura electrónica en el medio ambiente

La sociedad actual está tremendamente tecnificada, gracias a los avances tecnológicos de los últimos tiempos, nos hemos visto rodeados de una enorme cantidad de aparatos y equipos electrónicos que nos hacen la vida mucho más cómoda. De este modo, encontramos aparatos electrónicos tan comunes como una computadora o un celular, a los que se suman otros más específicos como las bombas de insulina para los diabéticos o las cintas de correr. Estos equipos nos ayudan en todas las facetas de nuestra vida, haciéndonos más fácil nuestro trabajo, entreteniéndonos en nuestros ratos de ocio e incluso ayudándonos a mejorar y cuidar nuestra salud. En resumen, la época tecnológica actual nos ha dado infinidad de apéndices electrónicos que han mejorado de forma apabullante nuestra calidad de vida en todos los aspectos.
Sin embargo, toda esta comodidad tecnológica ha tenido un precio, ya que ha supuesto un enorme impacto negativo para nuestro medio ambiente  las bolsas de plástico  
 Por un lado, la fabricación de todos estos equipos electrónicos ha supuesto un alto coste en materias primas y una notable inversión en factorías, muy contaminantes la mayoría de las veces con el agua y el aire. Además, por si esto fuera poco, los aparatos electrónicos tienen una corta vida, no por su fabricación, sino porque tendemos a cambiarlos en cuanto sale al mercado una nueva versión mejorada levemente, con lo que se generan grandes cantidades de basura electrónica que realmente sigue funcionando perfectamente.
     Esta situación parece colocarnos en una encrucijada en la que debemos elegir entre la vida tecnológica y la ecológica, como si no tuviéramos más remedio que optar por una vida cómoda pero perjudicial para el planeta y otra más respetuosa con la naturaleza pero con una menor calidad de vida. Afortunadamente para nosotros, la solución no tiene por qué ser tan drástica, y sin mucho esfuerzo podemos seguir disfrutando de las ventajas de la sociedad tecnológica sin tener que sacrificar nuestra riqueza natural. El secreto para conseguir esta combinación pasa precisamente por un equilibrio entre ambas, con un uso y disfrute sostenible de la tecnología, buscando minimizar sus efectos en la naturaleza sin que tengamos que renunciar a nada.
    Para esto, lo mejor es prestar atención a una serie de simples recomendaciones, muy fáciles de llevar a cabo y que no implican ningún sacrificio importante. Si seguimos estos simples consejos, veremos que nuestra cómoda vida no se resiente pero el medio ambiente nos lo agradece.

ñ  No malgastes energía. Recuerda que un equipo electrónico no es contaminante por sí mismo, sino que además lleva en la mayoría de los casos un gasto energético implícito. Dicha energía suele crearse en centrales eléctricas que pueden ser muy contaminantes, ya que la mayoría funcionan quemando combustibles fósiles. Para minimizar el gasto energético, apaga los equipos totalmente cuando no los estés utilizando, en lugar de dejarlos en sus modos standby, ya que de este modo continúan consumiendo electricidad.
ñ  Recicla los consumibles. Además del gasto energético de la red, otros aparatos pueden consumir otros recursos, ya sea en su lugar, como pueden ser las baterías, o añadidos, como sucede con los cartuchos de tinta de las impresoras. Estos consumibles pueden llegar a ser muy contaminantes, afectando a enormes porciones de agua y tierra si los arrojamos con la basura regular. Para evitar esto, busca sus propios contenedores especiales para su reciclaje, donde serán tratados por empresas especializadas.
ñ  Cuida tus aparatos. La mejor forma de evitar que un aparato electrónico se convierta en basura electrónica es cuidándolo, para esto sigue las indicaciones del fabricante y utiliza los equipos de forma correcta, sin forzarlos ni darles un mal uso. Además, si alargamos la vida de nuestros aparatos electrónicos, no solo evitaremos tener que deshacernos de ellos, sino que también evitaremos tener que comprar uno nuevo, lo que supondrá un ahorro no solo para el medio ambiente, sino para nuestro bolsillo.
ñ  No los tires. En el caso de que un equipo electrónico nos esté dando algún problema o por un motivo de primera necesidad necesitemos hacernos con un modelo más actual, nunca deberíamos optar por arrojarlo directamente a la basura, ya que se deben de tener en cuenta otras opciones. Así, si por ejemplo el equipo aún funciona bien, siempre tenemos la opción de venderlo, quizás en páginas de anuncios clasificados como Roloeganga. Si no queremos vender el equipo, siempre tenemos la opción de entregarlo en beneficencia a algún centro educativo u organización de ayuda, que seguro estarán más que encantados de recibir cualquier tipo de donación.
ñ  Deshazte bien de ellos. Si al final no te queda más remedio que deshacerte de un equipo, porque está totalmente inservible, no optes nunca por arrojarlo directamente a la basura. Infórmate para saber si debes tirarlo en un punto concreto de tu ciudad o si debes llamar a algún servicio municipal para que lo recojan en tu domicilio. De esta forma, será tratado por empresas expertas que desmintarán los equipos en sus diferentes componentes, con el fin de reciclar algunos y minimizar el impacto ecológico de los que no puedan tener una nueva vida.
ñ  Recurre al mercado de segunda mano. La opción de los seminuevos no debería plantearse solo para vender un aparato electrónico, sino también para adquirirlo. En Internet se pueden encontrar infinidad de productos, desde  casas en venta hasta celulares de última tecnología. Si optamos por adquirir un equipo de segunda mano, ayudaremos a nuestro bolsillo, ya que siempre son más baratos, pero además ayudaremos al medio ambiente porque no se consumirán materias primas para fabricar un aparato nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario