Sociedad Proarismendi activa rescate cultural de Nueva Esparta

A través de su escuela de danza y música, la institución, fundada en el año 1937 por un grupo de antolinenses, se dedica a defender y exaltar los valores del municipio Antolín del Campo y de la entidad, apoyando además a 140 niños y adolescentes en su formación artística.

Johanna Bozo

La Sociedad Proarismendi cuenta con un cuerpo de danzas tradicionales “Trapiche”, que realiza distintas presentaciones culturales en el estado Nueva Esparta.

Foto: ARCHIVO

La idea de mejorar la calidad de vida de los antolinenses motivó en el año 1937 la creación de la Sociedad Proarismendi, una institución cultural, social y deportiva, que hoy apoya en sus espacios a 140 niños y adolescentes neoespartanos.

Bajo la dirección de Nairy Arellano, Felipe Martínez, Mario Guevara, Héctor Aricuco y Sistalina Guerra, los niños conforman la Coral Infantil “José Ramón Hernández”, la Orquesta Típica de Cuerdas “Juan Farías Medina” y el Cuerpo de Danzas Tradicionales “Trapiche”, a través de los cuales se dedican a exaltar y defender los valores culturales del municipio Antolín del Campo y del estado Nueva Esparta.

Además de la labor que realizan, la historia de su fundación es una de las cosas que su presidenta, Ana Rosas, comenta con más orgullo.

Según cuenta, todo empezó en el año 1935, cuando en busca de la superación, un grupo de hombres llamados Juan Farías Medina, Martín Rosas, Jorge García, José Ramón Marcano y Antonio Rosas se trasladaron hacia los campos petroleros del estado Zulia y desde allí comenzaron a idear el proyecto.

“Ellos querían trabajar por Antolín del Campo y fue así como en 1937 iniciaron construcción de la sede, trasladando las piedras que necesitaban en burros desde el cerro Guayamurí. El espacio estuvo mucho tiempo abandonado y nosotros lo rescatamos en el año 2006 y allí estamos y seguiremos trabajando”, destacó Ana Rosas.

Aseguró que la sede que mantienen les permite a quienes trabajan en la institución hacer una labor social apoyando a sus integrantes, escuchándolos y guiándolos para hacer de ellos mejores personas.

También explicó que por ser una sociedad sin fines de lucro, Proarismendi solo cobra un monto mínimo a sus estudiantes con el propósito de realizar los pagos correspondientes a los profesores.

“La parte de danzas tiene un costo de 30 bolívares por la inscripción y Bs 50 la mensualidad. Asimismo, por el área musical pedimos 30 bolívares de inscripción y Bs 40 por la mensualidad. La coral no paga y próximamente en este espacio se dará lugar a una nueva escuela de flauta dulce, donde más niños podrán formarse junto a nosotros”.

Apoyo

La Sociedad Proarismendi está conformada por una directiva de 12 personas, más los representantes de los estudiantes. Actualmente realizan todas las actividades contando con el apoyo de algunas empresas privadas del municipio, pero aseguran que no es suficiente para mantener en pie la institución.

“La infraestructura se encuentra en un estado de deterioro bastante avanzado y es por ello que le hacemos un llamado al gobernador del estado, Carlos Mata Figueroa, para que nombre una comisión de la Dirección de Infraestructura de la Gobernación y se dirija hasta las instalaciones de esta sede para ayudarnos a seguir realizando esta labor con la cual día a día impartimos conocimientos en beneficio del rescate de nuestra cultura”, dijo Wilmer Ramos, vicepresidente de la asociación.

Ana Rosas indicó que quienes quieran apoyar a los estudiantes pueden hacerlo a través de la donación de instrumentos musicales, telas para la confección de los trajes de danza, atriles, sombreros, flores o cualquier aporte monetario que deseen realizar.

“Es un trabajo hermoso el que venimos realizando en la institución. Nuestros niños hacen distintas presentaciones en colegios y otros lugares del estado, y en este momento estamos recaudando fondos para el acto más grande que hacemos, que es el 3 de octubre, con motivo del aniversario de la institución. Apreciamos toda la colaboración que puedan prestarnos”, refirió.

Tomado de El Sol de Margarita