domingo, 9 de junio de 2013

La región insular surge enigmática, emerge para inspirar miles de líneas, poemas y canciones. Otros han preferido dibujarla a lo largo y ancho, pero en general cada autor le rinde un homenaje a su manera.
Yanet Escalona

Una Isla llena de historia.
 Miles de libros, poemas, canciones y ensayos se han escrito sobre la isla de Margarita, vista como la musa que emerge radiante en el Caribe. También ha inspirado a pintores que captan sus luces o penumbras de acuerdo con las emociones de su gente. Algunos de los autores se han ido de la vida terrenal, pero queda su obra valiosa e intangible, otros todavía prosiguen en su labor de divulgar aspectos o visiones de interés sobre esta enigmática región.
En “Historia popular de Margarita” (1991), libro escrito en Pampatar por el recordado cronista regional Jesús Manuel Subero éste reflexionaba sobre la necesidad de preservar lo autóctono y valorar la historia. En este libro aporta datos de interés relacionados con la Isla. “La primera imprenta que llegó a Margarita fue la que condujo la expedición del General Pablo Morillo que ancló en Pampatar el 7 de abril de 1815; pero no fue desembarcada”.
Apunta que la imprenta pionera que sí desembarcó en la región, fue la traída por el Libertador en su primera expedición de Haití, la cual arribó a Juan Griego el 3 de mayo de 1816. El primer periódico que circuló fue El Espartano, en 1845, dirigido por Pedro Silva; el segundo fue La Paz, a cargo de Tadeo Carvallo, en 1847 y el tercero, El Neo-espartano”, de Arteaga Revenga, a partir del 25 de julio de 1874. “Desde entonces se cuentan más de 500 periódicos que han visto la luz entre nosotros (…) El periodismo margariteño, es el testimonio más palpitante de nuestro acontecer”, agrega Subero.
Mencionaba  con orgullo a los cuatro Premios Nacionales de pintura y uno de Escultura: Pedro Ángel González, Francisco Narváez, Omar Carreño y Ramón Vásquez Brito.
Otro punto tiene que ver con la temática neoespartana que ha inspirado incluso a los no nativos de esta tierra y que aún no siendo isleños, la comprendieron y vieron su encanto. Mencionó a Rivas Maza, con “La Gaviota”; Enrique Bernardo Núñez, con “Cubagua”; Antonio Arraiz, “El mar es como un potro”; Ángel Mancera Galleti, “Isla de Aves”; Nelly Russo “La Mujer del Caudillo”; Lucila Palacios, “El corcel de las crines albas”; Blanca Rosa López Contreras “En aquellas Islas del Caribe” y Luis Arturo Domínguez, “La muerte pasó por el puerto”.
Muchas veces los pueblos se alejan de sus pobladores porque nadie los puso al alcance de la memoria colectiva. Así, de esta manera dolorosa, el olvido se hace irreparable. Se ignora el universo. Y se olvida también la propia historia. Este libro está hecho para poner a Margarita al alcance de todos. Para decir, de la manera más sencilla, cómo fuimos. Tal vez para que se comprenda por qué somos (…) Quienes lean ésto podrán saber lo indispensable acerca de cómo fue surgiendo la isla de Margarita, que primero fue isla y después entidad. Porque en estricta teoría de cultura, margariteño constituye un antiguo, un genuino linaje cultural”, agregó este pampatarense ejemplar.
Novelística muy rica
En cuanto a los relatos regionales y la cuentística, la observa más rica que la novelística y menciona autores como Andrés Silva, Vicente Fuentes, Jesús Enrique Rodríguez, Francisco Lárez Granado, Mario Salazar, Pedro Celestino Vásquez y Vásquez, Salvador Ernández, Efraín Subero, Francisco Quijada, Toribio García, Luis Márquez Sevillano, Rosauro Rosa Acosta, Jesús Boadas, Chevige Guaike, José Salazar Meneses, Ángel Félix Gómez, Tomás Márquez Gómez, Régulo Guerra Salcedo; Antonio Deffit Martínez; José Joaquín Salazar Franco “Cheguaco”, José Lino Quijada, José Antonio Sánchez, Rómulo Quijada, Bernardo Acosta, Perucho Aguirre, Hernán Hernández, Nicanor Navarro, Pedro Brougat, Vicente Zabala, Pantaleón García, Cruz Marín y Erwin Murguey, entre otros.
En maestros de la cuentística venezolana también está presente la temática insular, como lo valoraron Arturo Uslar Pietri, José Salazar Domínguez, Guillermo Meneses, Pablo Domínguez, Oscar Guaramato, Héctor Santaella y Gabriel Bracho. De otras latitudes Martín Ugalde, Fernando Cervigón y José Manuel Castañón, porque la Isla sí tiene quien le escriba.
Tomado de El Sol de Margarita 

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