Hoy se celebra el Día
Mundial del Teatro
Desde
1961 se conmemora en Venezuela el Día Mundial del Teatro; sin embargo, fue
durante la presidencia de Carlos Andrés Pérez, que se decretó la celebración
oficial de este día con la firma de una resolución el 13 de junio de 1978.
Desde
entonces, cada 27 de marzo honramos la profesión sobre las tablas que
indudablemente se ha adueñado, con el paso del tiempo, de un espacio importante
en el marco del entretenimiento y la cultura en nuestro país. Hoy, el teatro es
tan importante en la vida de los venezolanos, que se ubica como trendig topic o
temas del momento, de twitter.
El
teatro venezolano ha traspasado las fronteras con obras de reconocidos
dramaturgos como Rodolfo Santana, José Ignacio Cabrujas, Edilio Peña, Isaac
Chocrón, Román Chalbaud, Mariela Romero y Ricardo Acosta que han sido
representadas en el exterior. El grupo teatral “Rajatabla” tiene un lugar no
solo en el panorama cultural nacional, sino que su talento es ya conocido a
nivel internacional.
Es
tradición que cada año el Instituto Internacional de Teatro de la Unesco (ITI),
encomiende un mensaje para la comunidad teatral y este año le tocó al
dramaturgo y actor italiano, Darío Fo, Premio Nobel de
Literatura de 1997. Estas fueron sus palabras para celebrar el Día
Mundial del Teatro 2013
El manifiesto firmado por
Darío Fo desnuda los temores del poder ante el teatro y las representaciones
simbólicas
Hace mucho tiempo, el poder
tomó una decisión intolerante contra los cómicos, a los que expulsaron del
país. Actualmente, actores y compañías teatrales tienen dificultades para
encontrar escenarios públicos, teatros y espectadores, todo por culpa de la
crisis.
Los dirigentes, por lo tanto, ya no está preocupados por
controlar a aquellos que los citan con ironía y sarcasmo, ya que no hay sitio
para los actores, ni público al que dirigirse.
Por el contrario, durante el Renacimiento, en Italia, los que
gobernaban tuvieron que hacer un esfuerzo importante para mantener a raya a los
cómicos, pues reunían a un público abundante.
Se sabe que el gran éxodo de actores de La Commedia dell’Arte
tuvo lugar en el siglo de la Contrarreforma, cuando se decretó el
desmantelamiento de todos los espacios teatrales, especialmente en Roma, donde
fueron acusados de ofender a la ciudad santa. En 1967, el Papa Inocente XII,
bajo la presión de insistentes requerimientos del sector más conservador de la
burguesía y de los máximos exponentes del clero, ordenó la eliminación del
Teatro Tordinona que, según los moralistas, había acumulado el mayor número de
representaciones obscenas.
En la época de la Contrarreforma, el cardenal Borromeo Carlos,
que estuvo activo en el norte de Italia, se consagró a la redención de los
niños milaneses, estableciendo una distinción entre el arte, como máxima
expresión de educación espiritual y el teatro, como manifestación profana y
vanidosa. En una carta dirigida a sus colaboradores, que cito de memoria, se
expresa más o menos así: “Los que estamos a favor de la erradicación de las
malas hierbas, hemos hecho lo posible por quemar textos que contienen discursos
infames, para extirparlos de la memoria de los hombres, y al mismo tiempo
perseguir a todos aquellos que divulgan esos textos impresos. Evidentemente,
mientras dormíamos, el diablo maquinó con renovada astucia. ¡Hasta qué punto es
más punzante en el alma lo que los ojos pueden ver que lo que puedan leer en
los libros de ese género! ¡ Hasta qué punto es más devastador para las mentes
de los adolescentes y de los niños la palabra hablada y el gesto apropiado que
una palabra muerta impresa en un libro! Por lo tanto, urge expulsar de nuestras
ciudades a esas gentes del teatro, como ya hicimos con las almas indeseables”.
Por lo tanto, la única solución a la crisis se basa en la
esperanza de que se organice una gran caza de brujas contra todos nosotros y
especialmente contra la gente joven que desea aprender el arte del teatro: una
nueva diáspora de cómicos que, desde tal imposición, sin lugar a dudas,
provocará beneficios inimaginables para el bien de una nueva representación.
Traducción: Fernando Bercebal
No hay comentarios:
Publicar un comentario