miércoles, 27 de marzo de 2013


Una semana para admirar, conocer y encontrar

La isla de Margarita ofrece mucho más que sus tradicionales atractivos. Aprovechar la Semana Santa para incluir en la agenda turística algún templo o tradición es una forma de conocer un poco más de cerca a su gente, sus costumbres y sus colores.
Redacción

La Semana Santa ofrece rituales como la bendición del mar, en los que es posible entrar en contacto con los margariteños, sus costumbres y creencias en medio de una colorida y pintoresca celebración cargada de personalidad insular.
Foto: ARCHIVO
Seguramente usted habrá escuchado a algún margariteño mayor expresando su nostalgia por el pasado, por tiempos en los que la Semana Santa se dedicaba a reencontrarse con las costumbres y las tradiciones.
Araminda de González es una de esas insulares que recuerda con claridad aquellos días de su infancia. Entonces no se bañan en el mar por miedo a “convertirse en sirena”.
Rememora aquella época frente a la Catedral de La Asunción, a donde ella y su amiga Hilda de Rodríguez llegaron luego de encontrarse con los palmeros que bajaron desde la montaña con sus palmas para continuar una costumbre que se remonta a parientes cuyos nombres ni siquiera pueden recordar.
Otra tradición que las dos amigas siguen respetando cabalmente es abstenerse de consumir carnes rojas.
Araminda cuenta que ya tiene en su casa el pescado salado para toda la semana, principalmente chucho.
Estas vecinas de Juan Griego coincidieron en señalar la celebración del miércoles en La Asunción como una de sus favoritas, pues ambas siguen al Nazareno.
Para aquellos que quieren encontrarse con estas historias y observar de cerca a la tradición en plena marcha, la capital insular es una parada obligadapero no es la única.
Cada pueblo de la Isla cuenta con un templo que seguramente tiene una programación especial para esta semana, es cuestión de acercarse a preguntar.
Visitar los templos religiosos es otra forma de aproximarse a la identidad insular.En sus espacios se puede tomar contacto con sus habitantes y tradiciones, a la vez que se puede admirar una parte significativa del arte que suele confluir en sus espacios.
Las iglesias son también una ventana a la historia margariteña. Por esta razón resultan una opción válida para quienes quieren aprovechar sus días de descanso conociendo y disfrutando de la Isla en la que viven o visitan.
Aquellos que prefieren dedicar estos siete días al recogimiento, la reflexión y la oración también pueden encontrar aquí algunas alternativas. Después de todo, se trata de la morada de la Virgen del Valle.
Tomado de El Sol de Margarita

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