lunes, 26 de agosto de 2013

Escuela de Danza “Al ritmo de la diversidad” promueve inclusión

La danza comienza a trabajar en el mes de octubre sobre la puesta en escena de un cuento de Navidad Musical con la participación de los estudiantes. Pueden participar quienes deseen ayudar y compartir al lado de las personas con discapacidad.
Marianela Peñate


Durante cuatro meses ensayaron para deleitar al público insular.
Foto: CORTESÍA
 El dicho que reza “querer es poder” encaja perfectamente en el grupo de niños y adolescentes que integran la Escuela de Danza “Al ritmo de la diversidad”. Para ellos no hay barreras, y así lo demostraron el jueves 8 de agosto durante su presentación en el Centro de Artes Omar Carreño, ubicado en La Asunción, municipio Arismendi.
“Al ritmo de la diversidad”, dirigido por Carmen Moya, está integrado por 19 niños, niñas y adolescentes con diversidad intelectual (síndrome de Down, déficit auditivo, organicidad, trastornos motores),  con el apoyo de cuatro niñas y adolescentes sin discapacidad que sirven de monitores y modeladores de movimientos corporales.
Compartimos como invitados y ejemplo de conciencia inclusiva en esa noche, con el grupo de Danzas Asoveuba, Danzas Nacionalistas y Ballet Contemporáneo La Asunción. Las Danzas “Al Ritmo de la Diversidad” ejecutaron piezas nacionalistas y contemporáneas, informó la coordinadora de la escuela, Carmen Moya.
Explicó que la Escuela de Danza surge de la necesidad de promover espacios de esparcimiento y de aprovechamiento del tiempo libre y ocio que respondan a las inquietudes artísticas, culturales y estéticas para la inclusión de estas personas como seres humanos capaces, sensibles, autónomos, a fin de conseguir su plena integración social y por ende mejorar su calidad de vida.
En la escuela fundamentan el trabajo en la expresión y el movimiento corporal como fuente de energía que emana del individuo, y de la emotividad que le permite al cuerpo estar en relación consigo mismo y con los otros. “Danzamos para el alma, el lenguaje del cuerpo usado como instrumento es capaz de expresar y comunicar por sí mismo sentimientos y emociones”.
Moya señaló que los muchachos al estar en el escenario, escuchar los aplausos, no solo los dignifica sino que se autorreconocen como personas capaces y eso les da un sentido de libertad que va más allá de la espontaneidad con que se muestran en  escena.
Esta escuela está enmarcada dentro del proyecto “Vida, Arte y Ritmo, Fusión en la diversidad”. Los muchachos tienen el apoyo de las profesoras Amarilis Caraballo, Dayana Oliveros y Norma Vásquez,  como coreógrafa.
En la escuela también desarrollan  taller de pintura. Un grupo de participantes mostró sus creaciones en una exposición realizada en los pasillos del Consejo Legislativo el pasado 22 de julio.
Para el mes de octubre tienen planificado continuar con el taller  en la Casa de la Cultura Monseñor Nicolás Eugenio Navarro, en La  Asunción.
Está programado para ese mismo mes comenzar a trabajar sobre la puesta en escena de un cuento de Navidad Musical y seguir educando a través del movimiento, propiciando un aprendizaje significativo.
La coordinadora de la Escuela de Danza, Carmen Moya, expresó que la invitación está abierta para todos los que quieran apoyar y ser partícipes de un mundo sin barreras, que no establezca diferencias.
Fundación Santiago Mariño
El 19 de junio, la  agrupación dancística de la Fundación Social Santiago Mariño celebró su primer aniversario. Con sus coloridos vestidos y con la coreografía de la profesora Gloria Montesinos, sorprendieron a más de uno en el auditorio Ciudad de Porlamar.
La actuación de niños y jóvenes arrancó aplausos con la presentación de un ensamble con la integración de países como Ecuador, Panamá, El Salvador y Venezuela. Igualmente danzaron al ritmo de joropo, tambores e hicieron una representación de los Diablos Danzantes.
Tomado de El Sol de Margarita

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