Aurelina Fernández
Maneiro es uno de los municipios más activos e importante
económicamente del Estado Nueva Esparta, albergando la mayor y más importante
comunidad de clase media, además es el centro fundamental para el comercio.
Allí operan: centros comerciales majestuosos, hoteles y
restaurantes lujosos. Pasear por las playas del Municipio Maneiro significa
encontrarse con uno de los paisajes más hermosos, apropiados para el descanso e
inspirar a poetas y soñadores…
Pasear por las playas del Municipio Maneiro significa encontrarse
con uno de los paisajes más hermosos, apropiados para el descanso e inspirar a
poetas y soñadores. Pero tristemente, la desidia, ineptitud y corrupción de sus
gobernantes, han hecho de este lugar paradisíaco un verdadero infierno.
Maneiro es una de las zonas urbanísticas más afectadas por
los malos servicios públicos. Playa El Ángel -Varadero ubicada en la avenida
Aldonza Manrique es prácticamente territorio de nadie. Esta playa es un
vertedero de basura, la cual es ya parte del paisaje. Los edificios aledaños,
incluyendo el parque conocido como Diverland, arrojan sus aguas servidas a la
playa, convirtiéndola en una verdadera sopa mortal de bacterias y enfermedades.
Adentrarse durante horas nocturnas para disfrutar como en
otrora, de un saludable paseo familiar es prácticamente suicida, allí convergen
drogadictos, borrachos y opera como un centro para la práctica de actividades
satánicas en donde sacrifican animales y realizan cultos con huesos humanos.
Los vecinos asiduos al lugar manifiestan que han hecho
llegar denuncias directas a las autoridades de la alcaldía, pero todo ha sido
inútil. Los distintos medios de comunicación locales se han hecho eco de
protestas contra las arbitrariedades cometidas por las autoridades municipales,
pero en nada se ha podido avanzar, para lograr sensibilizar a quienes compete
la solución a estos graves problemas.
En Maneiro los vecinos están conscientes que el tiempo de
las elecciones esta próximo y que ese será el momento para escarmentar la
ineficiencia, la indiferencia y la corrupción de los gobernantes locales y que
es el tiempo para que emerjan nuevos funcionarios que entiendan que ellos están
en esos cargos públicos para servir y no para ser servidos.
Los maneirenses tienen en sus manos el arma para premiar o
castigar la gestión de sus alcaldes y concejales. Maneiro y Playa Varadero
merecen un mejor futuro!
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