martes, 26 de marzo de 2013

Da Silva Fonseca es inmigrante portugués con 43 años en la isla.
 Aquí recibe el reconocimiento de manos del alcalde y los
concejales


Un nuevo Hijo Adoptivo de Porlamar: Carlos Da Silva Fonseca

(CNP 8.038) Desde aquella visita a Porlamar hace 43 años, cuando comió unos exquisitos calamares con papas fritas en el hotel Chez David en Bella Vista, Carlos Alberto Da Silva Fonseca, inmigrante portugués, supo definitivamente que quería vivir en la isla de Margarita. Se trajo de inmediato a su esposa y sus tres hijos de Caracas, y comenzó a emprender distintos proyectos en el área de alimentos y bebidas, que llegaron a convertirse en concurridos sitios de tertulia y encuentro. Hoy, cuando se cumplen 477 años de la Ciudad Marinera, recibe el título de Hijo Adoptivo de Porlamar de manos del Concejo Municipal de Mariño.

El empresario Jesús Irausquín fue el 
orador de orden, aquí junto a Da Silva
“Lloré cuando me avisaron, es una emoción enorme”, dijo Da Silva Fonseca, quien fue propietario del restaurante Trimar –originalmente de Trina Miguelina Marcano- en Pampatar, y fundador de los restaurantes La Barrica y La Casa del Pescado, la cervecería El Molino, la pescadería Neptuno, y las luncherías AcuarioBatidos 504 y El Campanario, todos en Porlamar. También fundó la agencia publicitaria Inversiones Leo.
En estos negocios fue anfitrión de jueces, políticos, empresarios, periodistas, intelectuales, cantantes, personajes populares y también turistas, quienes festejaban, conversaban la cotidianidad de la isla, cerraban negocios, y hasta jugaban bolas criollas y juegos de azar tradicionales como el truco y el cachito con dados.

 Comparte la alegría del nuevo título con sus hijos
 Carla,
 Carlos y Carolina

Recuerda especialmente a Don Bartolo, a Doña Luisa Chabolo, también a la popular “Tumba Gobierno”, a los empresarios Enrique Salazar y Vicente Vásquez, los periodistas Ennodio Ramos y Luis Beltrán Pazos, el cantante Francisco “Chico” Mata y muchos otros personajes.
Vinculado por tradición familiar a la buena mesa, Da Silva Fonseca compartió también en la isla con cocineros populares como Cachicato, Mayorí y Dorina.
Memorias
Muy recordada es “La Barra Molinera”, de la cervecería El Molino, punto de encuentro de los basquetbolistas por los años ochenta, época en que Margarita fue campeona con los Guaiqueríes siete veces consecutivas. También se reunían en el lugar los colaboradores del Safari y los lidiadores de la Plaza de Toros, que entonces funcionaban en la isla. Y en unos carnavales, trajo desde la isla de Madeira (Portugal) al Grupo Folclórico de Camacha, que “contrapunteó” con La Burriquita.
Da Silva trae a memoria cuando en la década de los setenta llevaba arepas y batidos a la sesión de los martes del Concejo Municipal. “Los concejales interrumpían la sesión para comerse las arepas y me hacían el pedido de la semana siguiente”, recuerda. 
“Era otra época, en Margarita se podía dormir con las puertas abiertas, hoy las cosas han cambiado”, comentó. Pero también hace un balance positivo: “Antes el margariteño se veía obligado a emigrar para trabajar y estudiar, era un pueblo sufrido en ese sentido, hoy ya hay acá muchas oportunidades”.
Carlos Da Silva celebrará hoy con mucha emoción su adopción como porlamarense junto a su esposa Ana Teresa, y sus hijos, Carlos, ingeniero; Carolina, administradora de condominios; y Carla, comerciante, quienes aún viven en Margarita y prestan sus oficios a la isla. 


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